miércoles, 9 de septiembre de 2009

A quien pueda sentir

A quien quiera sentir… Lo receptivo, la receptiva entrega, ferviente. La naturaleza, lo femenino-maternal que está en los hombres y mujeres. La tierra: Su riqueza consiste en alimentar a todos los seres y su grandeza en el hecho de otorgar belleza y magnificencia a todas las cosas. El hombre sigue las leyes de la tierra-La tierra sigue las leyes del cieloEl cielo sigue las leyes del camino…-El camino es seguido por el hombre En un mundo descomunal, nuestra sociedad en la actualidad muestra una actitud racionalmente injusta y agresiva. Un mundo manejado por mujeres y hombres que ejercen una violencia cruda sin distinción de raza, género y edad. Sociedades con visiones mecanicistas y fragmentadas sobre los ciclos del ser. La amenaza de la guerra nuclear, los ejércitos de niños, la devastación del nuestro medio ambiente, nuestra incapacidad genocida para acabar con la pobreza y el hambre en el mundo, por nombrar solo los principales y más urgentes problemas. Todos lados de una única crisis que es básicamente una crisis de percepción de nuestras Ideas y valores. Experimentamos el universo como ladrillos básicos que están por ahí, el cuerpo humano como una máquina, la vida como una lucha por la existencia, creemos en un ilimitado progreso material mediante la tecnología y la economía, tenemos la idea de que las mujeres están sometidas en la sociedad “por un orden natural”. La comprensión de la naturaleza implica su dominio por parte del hombre, un sistema patriarcal de valores, la tendencia masculina que está en mujeres y hombres de querer controlarlo todo para cambiar nuestra visión del mundo será necesario cambiar nuestros valores. Al cambiar nuestros valores la percepción de la vida cambia y nuestra intensión de vivir también. En el verdadero sentido de la palabra una revolución cultural, una radical cambio en la estructura social y económica. Tal vez nuestra civilización dependa de esta revolución, de nuestra capacidad de efectuar un cambio. De nuestra capacidad de experimentar la naturaleza y el arte de vivir. La necesidad de una revolución cultural para cambiar los métodos y valores de la cultura, la ciencia y la tecnología. Lo nuevo es peligroso porque todavía no es familiar/Lo viejo es seguro porque es conocidoEsta en cada uno el cambio y el cambio está en todos… Si, se puede. Lo anterior es un intento intelectual-escrito de transmitir el corazón de mujeres que corren con los lobos un encuentro. Un grupo de mujeres de diferentes educaciones, edades y clases sociales, queriendo hacer una revolución cultural. Encontramos estos ingredientes que nos son nutritivos: Ciclos, círculos, ciclo de la humanidad (en una tierra que necesita con rapidez conciencias nuevas del valor de vivir) es desde la sensibilidad, lo receptivo, la alegría, el amor como hecho revolucionario, transformador. En la unificación, en el encontrarnos a compartir, a seguir nutriéndonos, experimentando - investigando, acompañarnos en el camino que tiene muchos frentes. Guerreras/ros de la luz, atravesando todos los desafíos que hace a los caminos, preparados para seguir aprendiendo para volver a sentarnos en círculo. Por eso un guerrero de la luz; porque pasó por muchos caminos, posiciones intermedias, dolores, colores y sin embargo no perdió la esperanza de ser mejor de lo que era y de un intentar dejar un mundo mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario